Por Jeremías Martell
Sentado en el Gran Trono del Gran Templo del Gran Oriente
Nacional y Soberano, el Muy Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro Santiago agonizaba.
No por la grandeza del templo o la gravedad de su cargo, sino porque en unos
instantes lo dejaría. Ahora el sería un EX
Gran Maestro.
Su silente agonía aumentaba al escuchar quien sería su
sucesor.
El Respetable Hermano Martin, el Presidente de la Gran Comisión
de Elecciones, anuncio,
-Muy Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro, los hermanos de
la fraternidad han expresado su voluntad mediante el voto… el nuevo Muy
Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro será… el Muy Respetable Hermano Nicolás…
Entre los aplausos y vitoreo, ese nombre hizo estremecer a
Santiago hasta lo más profundo de su alma. Pero no lo dejo saber. Las lágrimas
de dolor las suprimió con una falsa sonrisa. Un apretón de manos y el eventual
abrazo fraternal escondían su decepción. El pueblo de la fraternidad le dijo
“no” a Santiago.
Él no apoyaba a Nicolás. Si algo Santiago apoyaba a la
competencia de Nicolás… a su Diputado Gran Maestro, Carlota. Con ella en el
poder, Santiago continuaría teniendo influencias en el Gran Oriente Nacional y
Soberano.
Con Nicolás, no.
Nicolás había tratado infructuosamente de destronar a
Santiago. Nunca pudo. Sin embargo, con cada nueva elección Santiago perdía
votos... y Nicolás los ganaba. Santiago no estaba seguro que ganaría la
elección una vez más. Así que no buscó la reelección… y apoyo a Carlota.
Desde su Gran Trono, al entregar el gran mallete (símbolo de
la autoridad del Muy Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro) Santiago veía quien
verdaderamente era Nicolás. Ya que, como todo “personaje” de “importancia” en
la fraternidad, tenía múltiples esqueletos en su pasado.
Los hermanos de logia que votaron por Nicolás obviaron, o
simplemente no sabían, que en algún momento su licencia para ejercer su
profesión le fue revocada. Igualmente obviaron su primer divorcio. El cual fue
uno contencioso. Donde hubo acusaciones de maltrato conyugal. Su divorcio fue
tan escandaloso que se escribieron parceles noticiosos sobre el asunto. Para la
gran vergüenza de la fraternidad, la foto que usaron para identificar a Nicolás
fue la oficial de él como Muy Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro. Por ese
era el título que ostentaba cuando se divorció.
Lo cual fue muy provechoso para Nicolás. Porque dentro de la
fraternidad el Muy Respetable e Ilustrísimo Gran Maestro es un ser infalible e
inviolable. Nadie se atrevió a pedir lo que se hubiera pedido a cualquier
hermano de logia… un proceso penal para la expulsión... o si querían que
mantuviera la dignidad, la renuncia.
Santiago sabia muchos más de los pecados que había cometido
Nicolás… eligió quedarse callado... los hermanos lo habían rechazado.