Por Jeremías Martell
Otra de las grandes mentiras que le habían dicho a Jeremías
fue: La Fraternidad es universal. Le habían dicho que no importaba a que parte
del mundo fuera, si había una logia sería bienvenido. Un hermano de la fraternidad
lo es aquí y en todas partes.
Cuantas mentiras.
La primera vez que Jeremías visitó una logia fuera de la
isla fue en EE.UU. Él creyó la mentira de que la fraternidad es universal y visitó
una logia propiamente ataviado con la indumentaria de las logias de la isla.
Pero no pudo entrar en la reunión (o más bien no lo dejaron entrar). En la isla
se les olvido, o meramente fueron negligentes, en instruirlo propiamente en los
usos y costumbres necesarios para
poder visitar una logia del extranjero.
El insularismo también se había entronizado en las logias
del país.
También la envidia se apoderaba de los hermanos del
Respetable Logia Hijos del Luz del Alba. La mayoría eran unos pobretones que jamás
habían salido de la isla. Tal vez por eso no sabían los usos y costumbres. Además, los brazos caídos de Ramona y
Sebastiana le negaron a Jeremías una carta de presentación.
Eventualmente Jeremías aprendió por su cuenta a como visitar
logias.
Seis años mas tarde los roles se habían revertido. Ahora Jeremías
era un miembro de la fraternidad en las logias de los EE.UU. y visitaba las
logias de la isla. En la isla no pudo entrar a la reunión.
Su visita a la logia ocurrió un par de meses luego de su
renuncia a la fraternidad en la isla. Lo que Jeremías mantuvo en secreto, otro
dentro de una larga línea de secretos con sus hermanos de logia, es
que era miembro de varias logias en los EE.UU. Que su renuncia al corrupto Gran
Oriente Nacional y Soberano sólo fue como un desprecio simbólico a las
sabandijas que estaban en el poder y salirse de la jurisdicción que ellos
controlaban. Obteniendo una especia de “Inmunidad Diplomática”.
Esa renuncia causó gran odio en los líderes del Gran Oriente
Nacional y Soberano. Todos quieren ser parte de la fraternidad. Nadie la quiere
dejar. Jeremías era una anormalidad… un paria.
Jeremías no sería perdonado. Como mujer despechada, en
violación de los usos y costumbres, él
no sería bienvenido en las logias del país. Independientemente de su estatus
activo como Hermano de Logia del Tercer Grado (y más) en pleno uso de sus
derechos como hermano visitante.
A nadie le sorprendió que cuando Jeremías visitó a la Respetable
Logia Jerusalén, durante la visita de los oficiales del Gran Oriente Nacional y
Soberano, no lo dejaron entrar a la reunión.
En la típica cobardía de los grandes “Hermanos de Logia”
buscaron a uno de los amigos de Jeremías para que le dieran la notica.
-Que vengan y me digan ellos porque no puedo entrar.
Le contestó a Cesar, calmadamente y con una gran sonrisa,
cuando le dio el recado.
En unos minutos llegó al portal de la logia el Diputado Gran
Maestro Orta. Éste era otro en una larga línea de fracasados que buscaba algún
'sentido de vida' en la logia. Un politiquero verdaderamente despreciable, un
gran discípulo de Santiago, fue uno de los que se benefició de la derrota de éste.
Orta era más mediocre que su antecesor Carlota. Nadie dudaba que algún día
llegara a ser Muy Respetable e Ilustre Gran Maestro.
La hipocresía de Orta era tal que cuando intentaron expulsar
a Cesar de la fraternidad, permaneció en cobarde silencio. Pero ahora saludaba y
hablaba con Cesar como si fuera su más cercano amigo.
Ser cobarde estaba codificado en los genes de Orta. No
conforme con enviar a otro con un recado, ahora que tenía que hablar con Jeremías,
trajo a su pandilla. Lo cual aprendió en la fraternidad Alfa Omega. Porque al capitulo al que pertenecía le conocían como los Alfa Bestias (por lo
violentos que eran).
Su pandilla, Bernardo, el nuevo Diputado Gran Maestro para el Distrito
Sur. Jeremías lo conocía por las acusaciones que le habían hecho en su escuela
por hostigamiento sexual. Lambido, el Gran Educador de Distrito, otro ser inconsecuente
para la sociedad que nadie conoce fuera de la fraternidad. Además de otros
jóvenes lacayos que Jeremías no conocía. Debían ser los musculosos sin sesos de
la padilla fraternal. Y Cesar.
Al ver el espectáculo de flexión de sus fuerzas Jeremías sonrió.
“Tanto miedo me tienen que necesitan a todos estos”. Como patanes de barrio
rodearon a Jeremías, como lo hacen cuando le van a dar una golpiza a alguien.
Con caras serias y temerosas miraban a Jeremías, quien continuaba sonriendo en
satisfacción.
-Tú renunciaste a la fraternidad, no puedes entrar.
Le dijo Orta como el encopetado patán que era. Con sonrisa burlona
Jeremías le contestó,
-Aquí están mis documentos de viaje.
Documentos de sus logias en EE.UU. que los certificaban como
un Hermano de Logia en pleno uso de sus derechos fraternales. Con extremo desdén
tomó los documentos de Jeremías, se medio puso sus anteojos y simuló leerlos.
-Yo no sé si esta logia existe… tampoco sé si ese emblema es
uno regular…
Le contestó mientras miraba a los patanes que esperaban con ansias
alguna señal para golpear a traición a Jeremías.
Siempre con una sonrisa burlona y sonidos llenos de sarcasmo,
Jeremías le citó el procedimiento correcto para retejar a un visitante. Lo cual
enfureció al Diputado Gran Maestro Orta. “A mí no me importa” fue la
contestación que dio. Luego empezó a cantinflear hábilmente como hace todo hermano
de logia cuando es enfrentado con la verdad.La sonrisa de Jeremías se tornó en una carcajada cuando Orta
dijo: Esa es la jurisprudencia de aquí.
Lo cual era más que ridículo. Porque
Orta nunca citó jurisprudencia alguna cuando ilegalmente intentaron expulsar a
Cesar.
“Desenmascara al Hipócrita”
Al Orta y su pandilla de patanes de barrio huían al templo Jeremías
continuaba sonriendo de forma burlona y condescendiente. No. Una sonrisa
triunfar. Otra vez Jeremías los había derrotado y revelado la verdadera media
de esos que se llaman Hermanos de Logia.