viernes, 7 de marzo de 2014

Bernardo y el Máximo Grado




Por Jeremías Martell

Bernardo había soñado con este momento durante años. La notificación de que se le había otorgado el más alto de los grados de la fraternidad le había llegado por correo. Leía y releía la carta en suprema satisfacción. Durante mucho tiempo se le había negado este honor. Y aunque en teoría no se debía pedir el grado, él había trabajado por él. Sus acciones gritaban ‘yo quiero’.

Por fin ya era de él.

La primea vez que le fue ‘negado’ el grado fue por el escándalo que había sucedido en su escuela. Bernardo había sido maestro de escuela secundaria y había subido en la jerarquía hasta convertirse en director de escuela.

Nunca se supo lo que sucedió. Pero en menos de un año fue transferido de escuela. Pasó de estar en el pueblo con la mayor incidencia de incesto y abuso de menores al pueblito que se enorgullecía de no haber tenido muertes violentas en 20 años.

Allí laboró como director. No se distinguió, tampoco hubo grandes escándalos. Hasta que Bernardo de equivocó. Porque a pesar de dar la impresión de ser un hombre serio, tenía la misma aflicción que le diagnosticó Nobokov and Humbert. La ‘inocente Lolita’ habló, no se sabe si fue la verdad. Pero en un arreglo extra judicial la carrera profesional de Bernardo llegó a su fin.

Sus hermanos de logia lo ayudaron y el escandalo se controló. Tanto así que los Grados Superiores de Sur tuvo a bien elegirlo como su líder. Ahora era el Director del Capitulo Sur de los Grados Superiores. Pero el daño ya estaba hecho. Y en esa ocasión el grado más alto le fue conferido un hermano del Capítulo del Oeste de la isla.

Si Carlos Zatran tiene razón, y la envidie es la religión del mediocre, Bernardo estuvo a punto de ser su profeta la segunda vez que se le negó el Máximo Grado.

El Máximo Grado estuvo muy cerca de él. Pero muchos se acordaban de los que había sucedido en aquella escuela. Aunque ya habían pasado muchos años, y muchas cosas habían sucedido en la ciudad que opacaban lo que se sospechaba él había hecho, era muy pronto. Además el galardonado esa vez había invertido mucho dinero en la logia y en los Grados Superiores.

Rodolfo sería quien ostentaría el Máximo Grado antes que todos los que allí estaban. Bernardo moría de la envidia. Pero sonreirá y alababa y felicitaba a su hermano Rodolfo. Quien le había arrebatado su grado. En el silencio de su mente Bernardo odia.  

La tercera vez que el grado se le negó fue por una pugna entre hermanos de logia.

Él no tenía algo que ver con esa pelea fraternal. Ni siquiera era un conflicto que se originara en los Grados Superiores o en su logia madre. Ramona y Sebastiana no podían mantener su casa en orden y ahora traían sus problemas a la casa de Bernardo.

Ellas odiaban a Jeremías con la pasión del amante despechado. Él había sido su ‘niño dorado’ y heredero aparente. Pero el eligió el camino de la ley y orden y no le daba la sigue lealtad que ellas requerían y merecían. Ellas habían permitido que él se iniciara en los Grados Superiores. Ahora estaban arrepentidas.
Así que manipularon a los hermanos de los Grados Superiores para poner a Jeremías bajo investigación por sus ‘creencias’ religiosas y luego dejar la investigación ‘bajo mallete’. De tal forma jamás resolverían la investigación y Jeremías quedaría en un limbo procesar.

Bernardo sólo hizo lo que los hermanos quisieron. Así se lo expresó a Jeremías cuando éste le reclamó por qué no le habían otorgado los demás Grados Superiores. Bernardo pensó que todo había terminado cuando Jeremías salió del templo como demonio con alma en mano. Él no contaba con lo que Jeremías haría después. Ya que éste viajó a la Capital en búsqueda de una audiencia con el Supremo Maestro General. Quien comandaba a todos los Cuerpos de los Grados Superiores del Mundo.

Planteó su caso.
Fue escuchado.
Y se le ordenó a Bernardo a otorgarle los grados Jeremías o dejarlo ir a otros capitulo.
Jeremías eligió otro capítulo.

El daño a la carrera de Bernardo fue palpable. Se le volvió a negar el Máximo Grado. Cómo alguien que haya fallado en sus funciones de líder de un capitulo podía ser honrado con el más alto grado.

Para añadir a su dolor los arquitectos de sus desgracias, Ramona y Sebastiana, fueron galardonadas con el rango de Comendador del Tempo. El grado que Bernardo ostentaba, el grado justo antes del Máximo Grado. Esto, en efecto los hacia a los tres iguales; y Jeremías logró todos lo grados hasta el de Sublimizo Príncipe; obtuvo lo que en el Capítulo Sur le negaron y ahora comenzaba una exitosa carrera como instructor en el Capítulo al que partencia.

Bernardo sufría.

Su larga miseria estaba por concluir… el Satán de Bernardo tuvo piedad de él. Ahora tendría el Máximo Grado. La medalla blanca en su pecho sería le señal para que todos supieran que él ostentaba el grado más alto. Que no importaba los errores y las fallas, si se persevera en silencio uno podrá ser reconocido y exaltado en la fraternidad.