jueves, 21 de agosto de 2014

Bernardo: Otro Triunfo (Parte 2 de 2)




Por Jeremías Martell

Durante años los numerosos miembros de la logia Filis Lumen, y sus aliados, vociferaban su descontento con el deterioro de la Respetable Logia Hijos de la Luz del Alba. Y su disgusto por la suciedad  en el templo. También con el viejo y maltratado equipo ritualístico que tenían que usar. A la vez que se oponían a invertir ni un céntimo de los fondos del Capitulo Sur en una logia que no era la de ellos.  

En su mezquindad los hermanos de la logia Filis Lumen tenían buenas razones en no invertir en la restauración de la Respetable Logia Hijos de la Luz del Alba. El deterioro de esa logia, y su incapacidad de mejorar, se debía a las relaciones malsanas y poco fraternales de sus líderes. Ramona y Sebastiana trabajaban incasablemente para mantener su logia en el estatus quo, sin importar cual fuere.

Esa dedicación de Ramona y Sebastiana al estancamiento seria el arma más poderosa de Bernardo. Además de usar la inestabilidad fraternal del protegido de ellas, Arístides. Por la forma en que Arístides advino al Bernardo sabía seria sólo una cuestión de tiempo en que más desasosiego se generaría en la Respetable Logia Hijos de la Luz del Alba.

Años pasaron. Bernardo demostró ser un maestro de la paciencia.

Mientras más tiempo pasaba, más se erosionaba la alianza de Arístides con Ramona y Sebastiana. No era por grandes cosas. Nunca ante los “demás”.  Siempre fueron lo suficiente discretos de mostrar un frente unido ante todos los que no eran hermanos de la Respetable Logia Hijos de la Luz del Alba.

Eran en las pequeñas cosas donde se veía la erosión. Cuando compraban whisky Dewars en vez del Johnny Walker. Coors light en vez de Michelob. En la selección de los menú para las actividades. O simplemente hacer esperar innecesariamente a Ramona y Sebastiana.

Arístides era el Venerable Maestro. “Que esperen por mi” dijo muchas veces. Mas cuando le quito las llaves de la logia a los todos los hermanos, incluidas Ramona y Sebastiana.

-Es por seguridad y control.

Dijo como explicación en medio de la reunión. Esa era su logia. “Yo la dirijo y gobierno a mi mejor conveniencia”, pensó Arístides, el aliado de Miguel y discípulo de Santiago.

Ese “que esperen por mi” se degenero. Mientras más se toma, más se quiere arrebatar. Llegó el momento que simplemente dejar esperar a los hermanos de logia no era suficiente para demostrar su poder… su autoridad sobre ellos. “Quienes son ellos para protestar” le declaró a Ramona y Sebastiana cuando le pidieron que llegara a tiempo a las reuniones de los Grados Superiores.

Citando a Santiago, Arístides proclamó: Nadie reta mi autoridad.

Lo cual tuvo un desenlace inesperado para Arístides, pero predicho por Ramona y Sebastiana. Arístides no fue elegido para puesto alguno en las elección del Capitulo Sur de los Grados Superiores… ni siquiera Ramona y Sebastiana lo apoyaron.

Bernardo sabía que su triunfo llegaría pronto. Arístides volvió a llegar tarde a la reunión del Capitulo Sur de los Grados Superiores. Esta vez llegó tarde a la instalación de los oficiales y dignatarios electos. De los cuales él no formaba parte.

Ramona y Sebastiana amonestaron públicamente a Arístides. “Como ustedes se atreven” le respondió profundamente ofendido Arístides. “Yo soy el Venerable Maestro, y los Grados Superiores están aquí porque yo se lo permito…  y sin cobrarles”. Fue el riposte que dio Arístides a quien lo puso en el poder.

En secreto Bernardo se lo disfrutaba. Arístides le estaba dando lo que nunca le pudo arrebatar a Ramona y Sebastiana.

Dos meses más tarde, exhibiendo su símbolo blanco de Grado más Alto, Bernardo se sentó en el Trono de la logia Filis Lumen.  Esa sería la primera reunión que celebrarían oficialmente allí. Luego del espectáculo de Arístides en la Respetable Logia Hijos de la Luz del Alba los hermanos “votaron” para hacer de la logia Filis Lumen la nueva cede del Capitulo Sur de los Grados Superiores.

La rabieta de Arístides por no ser elegido, por haber sido regañado por Ramona y Sebastiana lo llevó a no ir a la reunión siguiente, a no informarlo con anticipación, a no dar las llaves y a decir “que no me da la gana de ir a llevar las llaves”.

Bernardo sólo necesitó canalizar la furia de los hermanos en un proceso administrativo. Él no fue el culpable de nada, él sólo obedeció la voluntad de los hermanos. Ellos le estaban dando lo único que le faltaba  para lograr la auto realización en la logia…

En la mejor tradición de las logias, ese primer malletazo que dio Bernardo desde el Trono de la logia Filis Lumen, su logia, fue orgásmico…



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